martes, 27 de diciembre de 2011

Año Nuevo En La Plaza




La recepción popular del Año Nuevo constituía una de las importantes reuniones de la Caracas colonial y como suceso de tal naturaleza se realizaba o celebraba en el sitio principal de la urbe: La Plaza Mayor.
La Ciudad concentraba en las cuatro cuadras de la Plaza los más importantes aunque modestos edificios de una ciudad que ni soñaba con los recursos de las capitales de los virreinatos. La Casa de Dios: la humilde iglesia de adobe y palma  que llegaría a lucir la airosa torre que perdura.  Coronada hace  doscientos años por la estatua de la Fe, obra de Juan Pedro López, abuelo de Andrés Bello, como hace poco descubrió un hombre joven, culto y estudioso: Carlos Duarte, a quién hace algún tiempo tuve el gusto de presentarle la hermosa estatua de cerca después de invitarlo a subir por la rampa catedralica que recuerda – a pesar de sus pequeñas proporciones – la majestuosa rampa de la torre de la Catedral de Sevilla que más se conoce como  La Giralda.

Cuando gobernaba Castro desde la Casa Amarilla y era habitual la visita del Presidente a la Plaza Bolívar, vivió ésta las últimas y más resonantes recepciones del Año Nuevo en la plaza  que se había incrementado en los días de Guzmán Blanco con la inauguración de la estatua el 7 de noviembre de  1874. Fue fastuosa la celebración de la primera navidad con estatua del Libertador en el corazón de Caracas. Y sencillamente histórica la primera recepción del Año Nuevo  el día de San Silvestre de 1874, el 31 de diciembre que daba paso al novísimo 1875. Por cierto que el “frio polar” al que aludieron crónicas fue aprovechado para que los comercios que se especializaban en ropa anunciaran sus  “buenos surtidos” de abrigos y sobretodos para combatir el frío en la Plaza Bolívar durante las últimas noches del año. Así insertaron sus avisos en “La Opinión Nacional” y el “Diario de Avisos” por ejemplo: “La Sombrerería de la Palma” , destacaba con orgullo  que “por los últimos vapores acabos de recibir un gran y variado surtido de los sombreros, entre los cuales hay muy finos y elegantes de felpa negra- última moda de París-, a precios equitativos” .
Eso de “precios equitativos” era una costumbre generalizada en la publicidad de hace justamente un siglo. Pues el más popular negocio de su tipo en Caracas, el “Café el Ávila” ( Calle de Letras Patria, Plaza Bolívar) , al señalar sus servicios de todo el año así como los especiales para la temporada de la ópera u otras funciones en el Teatro de Caracas (1825-1919) insistía:  “Precios equitativos, servicio esmerado y pronto” extensivo a nuestros favorecedores al ofrecerles  “nuestra magníficas hallacas de gallina”. Lo mismo decía “Mi Despensa” en la Calle del Comercio- Padre Sierra hacía el Sur- en cuanto a quesos de Flandes, Jamones de York,  Salchichones de Lyon, vinos de Burdeos, tabacos y cigarrillos de la Habana, conservas “con o sin trufas” procedentes de España, tales como pavos capones y perdices y mantequilla legítima del Señor Busck Jr” .

Era una costumbre muy extendida en todo el País esa la de recibir el Año Nuevo en las Plazas. En estos centros de ciudades y poblaciones se intercambiaban los abrazos de tan excepcional Nochebuena, ante símbolos de religión y de patria como los bronces de las campanas y las estatuas.
Vale recordar  que los Presidentes  como los Generales Antonio Guzmán Blanco ( el Ilustre Americano), y Francisco Linares  Alcántara ( El gran demócrata), los Doctores Juan Pablo Rojas Paúl y Raimundo Andueza Palacios  y el general Cipriano Castro recibieron o esperaron el Año Nuevo en la Plaza Bolívar.
Reseñaba nuestro cronista Lucas Manzano “ Era costumbre desde cuando Guzmán Blanco estaba al frente de los destinos de la Nación, y el despachando en el edificio del Principal, imprimirle a la noche de San Silvestre la mayor solemnidad, a fin de que el año entrase bajo buenos augurios”. 

Fin de año en La Plaza Bolívar
tal vez años 50 

Fuente: Plaza Bolívar Corazón de la Patria
Caremis.
1967

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